Guernica

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miércoles, 7 de agosto de 2013

Salus populi suprema lex



Esto es: "la salvación de la nación es la ley suprema"

Cuando la patria corre un peligro grave sobran todas las leyes, sobran todos los partidos, sobran todos los políticos. Lo único que importa es la salvación de la nación.

En 1.936 en España no había un estado de derecho. Los partidos de izquierda al perder las elecciones iniciaron en 1934 la revolución que tuvo que ser sofocada por las armas pero sus instigadores no recibieron el castigo que su golpe de estado requería, se envalentonaron y forzaron una toma del poder fraudulenta en el año 1936 y desde febrero de ese año la revolución social-comunista era ya imparable.

Mas de media nación se vio en un peligro real de supervivencia y se alzó en armas para sobrevivir. Y sobrevivió aunque murieron obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y muchos miles de seglares por el solo delito de ir a misa... Fue una terrible tragedia pero necesaria para defender la supervivencia y la libertad de los españoles que si hubiesen perdido la guerra habrían visto convertirse su patria en otra colonia sojuzgada por el imperialismo ruso-comunista. Los españoles derrotaron al comunismo que iba a vencer en todos los frentes de Europa y la tendría sojuzgada hasta finales de siglo. Esto no lo perdonaron ni lo han perdonado las izquierdas de todo el mundo.

Tras muchos años rehaciendo España y ya olvidados y perdonados los crímenes que habían cometido en la guerra civil, se permitió, a los partidos que habían generado la contienda, que volviesen a la vida política española otra vez ya que ahora iban a ser buenos y benéficos. Pero éstos actuaron como lo hacen siempre las izquierdas: con una cara se presentaron como demócratas buenos y pacíficos y con la otra cara, la comunista estalinista, siguieron asesinando por medio de sus agentes disciplinadamente encuadrados en la ETA.

 Y consiguieron crear un estado comunista en vascongadas ante la ceguera, ignorancia y traición de la clase política.

Y la clase política que iba por la vía pacífica se dedicó al saqueo de España. Habría que ir a la época del duque de Lerma y de su factotum el marqués de Siete Iglesias para encontrar en España una corrupción semejante a la actual.

Por si tuviéramos poca desgracia con el saqueo de los partidos, de los sindicatos y de los banqueros, las vascongadas, Cataluña y sabe Dios cuantas regiones más, no quieren seguir siendo España. España se desintegra en un charco de mierda.... pero eso si, ahora tenemos democracia... y además tenemos muy cercano lo que han hecho las democracias occidentales primero tras la primera guerra mundial con el Imperio Austro-Hungaro y ahora, tras la caída del comunismo,con Yugoslavia.

 Es necesario trocear España para que los caciques nacionales y locales, que en un país normal estarían todos en la cárcel, puedan seguir saqueándola sin correr el peligro de que un juez o una jueza honesta los procese por robar, por sedición o por ambos delitos.

Nunca en España hemos tenido tanto deshonor y tanta falta de unas clases dirigentes honestas y responsables que sepan actuar como los romanos que cuando peligraba la patria ponían en práctica su aforismo o lema político de

                                              "salus populi suprema lex"