Guernica

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jueves, 19 de diciembre de 2013

Aire fresco en Sevilla

Hay una juez en Sevilla, la juez Alaya, que hace renacer la esperanza en la Judicatura. A pesar de las terribles presiones a la que la están sometiendo los políticos y los sindicatos ella se mantiene firme y dispuesta a llegar al final en sus investigaciones.

Es una verdadera heroína. La han insultado al entrar en el juzgado de forma ignominiosa. Estarán orgullosos esos macarras que han acudido al juzgado para insultarla. Y ella impasible. Dios la bendiga por su firmeza, honestidad y valor como ha demostrado frente a tanto chorizo y ladrón.

Es una pena que el ejemplo de esta juez no cunda en Madrid, que está lleno de arrebatacapas, o de Barcelona donde los chorizos, hijos de papa, y papas  chorizos campan por todas partes sin que haya un juez que se atreva a echarles el guante .

 Viendo la actuación de esta juez se comprende con toda claridad el porqué se han puesto de acuerdo todos los partidos políticos para nombrar a los miembros del poder judicial entre sus amiguetes y leales. El que fuesen los jueces independientes  y fueran nombrados por otros jueces podría ser peligrosísimo para la casta política y afines, ya que podrían acabar todos en la cárcel si cundía el ejemplo de la juez Alaya.

Si entre los jueces queda un resquicio de honor Dios quiera que cunda el ejemplo de esta admirable mujer que con su actuación honra al Estado de Derecho y a la judicatura.  

jueves, 12 de diciembre de 2013

La huida hacia el precipicio

La clase dirigente catalana está dominada por las logias, esto es, por el demonio, y por eso su primer síntoma ha sido su soberbia: Ellos no son como el resto de los españoles vagos e ignorantes... Como cada día salen al descubierto nuevos casos de corrupción en Andalucía los catalanes dicen que ellos no están dispuestos a seguir financiando vagos y maleantes salvo a los suyos claro. Los andaluces solo sirven para venir a trabajar a Cataluña y dar así una mano de obra abundante y barata a la industria catalana y a cambio de darles un salario mísero les permitirán llamarse catalanes aunque les desprecien por ser un pueblo inferior.

Los Evangelios hablan de un poseído por una legión de demonios en la región de los gerasenos que le pidieron al Señor les permitiese irse a meterse en una piara de cerdos y cuando se lo permitió los cerdos se precipitaron al mar donde se ahogaron. No se porqué los dirigentes catalanes me recuerdan a la piara de Gerasa. Cada día, con cada declaración nueva, los veo correr más y más deprisa hacia el precipicio.

Una buena ducha de humildad para esos catalanes sería leer lo que les pasó a los Estados sureños estadounidenses  vencidos en la guerra civil americana del siglo XIX tras su sublevación contra el Estado de la Unión.