Guernica

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martes, 29 de septiembre de 2015

las cuatrocientas familias catalanas

Las cuatrocientas familias propietarias  de Cataluña están que muerden. Han venido saqueando impunemente durante los últimos treinta años a Cataluña y ahora unos despreciables maquetos a los que ellas han dado misericordiosamente de comer, se atreven a amenazarles e incluso llevarles a los juzgados para que les juzguen otros impresentables maquetos.

Menos mal que la mayoría de los jueces son unos pobres desgraciados que no ganan para comer y que si han sobrevivido ha sido por la misericordia de Dios que siempre ayuda a esos pobres maquetos, pero ahora vienen los maquetos de Madrid que pretenden pedirnos cuenta del origen de nuestras fortunas.

En Madrid aun no se han enterado que Cataluña es nuestra y que si nos piden cuentas la declaramos una nación independiente y que los jueces de Madrid juzguen a los ladrones de allí que son más que los de aquí.

Ahora nos vienen de Madrid con la monserga de que si el tres por ciento, que si el veinte por ciento, después de treinta años se han enterado ahora. No se han    enterado todavía que si les hemos dado esa limosnilla a los políticos para que hiciesen su fortunita ha sido para que ellos nos diesen cien veces más en subvenciones a nuestras sociedades.

Es que en Madrid no entienden nada. Pero como sigan amenazando con sus jueces nos vamos.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Siempre hay esperanza

España se encuentra en un charco de sangre, de deshonor, de traición. Aquí se siguen asesinando niños frente a la indiferencia de la nación. Se cuestiona la unidad nacional por una parte importante de la misma y los órganos del Estado parecen dormidos. Los traidores que en Múnich planificaron la destrucción de España están contentos pues el objetivo perseguido parece que, por fin, está próximo a cumplirse.

Pero en España queda un resto de honor, no en sus dirigentes actuales sino en el pueblo, en España queda un resto de piedad y espiritualidad, no en la clase dirigente sino en el pueblo. La clase dirigente tiene bastante trabajo en pelearse entre si por el pesebre. La clase dirigente, ese dos por ciento de la población que forman los políticos, los banqueros, los grandes empresarios, los medios de comunicación, toda esta gente con repartirse el pesebre tiene ya bastante trabajo y son muy fieles y sumisos a los que tienen el encargo de repartirlo. Vean el último ejemplo de editorial conjunto de la prensa catalana lo fiel y sumisa a los políticos separatistas que los tienen bien apesebrados.

Pero en España queda un resto del pueblo con honor, con fe religiosa profunda, con orgullo de sentirse españoles, que viven o malviven a base de su esfuerzo y trabajo, sin las prebendas del pesebre pero con la dignidad de los que viven de su trabajo y no están comprados con el pesebre que da la Gran Ramera a los que la sirven.

Y la Gran Ramera rabia contra esa España que sigue evangelizando al mundo, que sigue dando hijos al sacerdocio, que sigue bautizando en la fe católica a sus hijos, que reza, que tiene puesta su confianza en Dios y no en los hombres. Para el español con honor y con fe siempre hay esperanza pues sabe que la última palabra la tiene Dios y no las maquinaciones diabólicas de los hombres sin fe.

Y cuando todo parezca perdido Dios intervendrá para salvar a España una vez más, como lo hizo en el 36 y como lo ha hecho tantas veces a lo largo de la historia pues el Señor no permitirá que el regalo que hizo a uno de sus tres discípulo preferidos, Santiago, caiga definitivamente en manos de la Gran Ramera.

martes, 22 de septiembre de 2015

La Invasión europea del Islam

 Dice el Papa que la tercera guerra mundial ya ha empezado y es por fases. Ahora estamos en la primera fase que consiste en la invasión pacifica de Europa por el Islam para crear en todas las naciones una quinta columna que facilite la invasión armada en su momento.

Mezclados con la avalancha de refugiados que vienen a Europa para salvar sus vidas vienen miles de soldados del Estado Islámico  perfectamente organizados en compañías con sus respectivos jefes al frente, con abundante dinero y con los destinos finales perfectamente prefijados: así un grupo afirma que van a Finlandia, otro que a Suecia... y así todos tienen su destino europeo que ha sido determinado previamente para cuando llegue el momento de la invasión.

Los obispos húngaros han advertido del peligro que acecha Europa al ver entrar esos grupos de jóvenes gritando "Ala  es grande" y todos con el firme convencimiento de cual es su destino final.