Al olor del pesebre prietas las filas

Las últimas elecciones no han dado mayoría absoluta a ningún partido por lo que es necesario crear alianzas para conseguir esa mayoría y, por tanto, el poder.

El poder implica ser el dueño del pesebre y en España, por desgracia, los miembros de los partidos políticos, o al menos una parte importante de los mismos, están en la cárcel o camino de ella pues todos están pringados y bien pringados. Lo mismo les ocurre a ciertos periodistas feroces defensores de sus partidos, es decir de los partidos que les tienen bien subvencionados. Da tristeza ver en tertulias políticas televisivas que, ante evidencias palmarias de corrupción de algún miembro del partido al que ellos defienden, se enrocan en su defensa y justificación y en último extremo acuden al "tu partido ha robado más". Pero es que el pesebre es muy atractivo sobre todo en una sociedad que ha perdido todo el sentido del honor, de la honradez y de la decencia moral.

Ahora el olor del pesebre es muy fuerte. El partido hasta ahora en el poder ve con angustia que lo pierde y  en vez de analizar las causas por las que su electorado les ha abandonado siguen empecinados en la consigna de que ellos han conseguido mayoría sin darse un solo golpe de pecho por haberse convertido en un partido impío, haber engañado a su  electorado y seguir de forma obediente las consignas de las logias.

Los partidos de la oposición piensan que ha llegado su momento para recuperar el poder y de paso el pesebre. Ven como las regiones que han conservado el poder, como Andalucía, el pesebre ha sido abundante y la impunidad casi total. Ven como Cataluña, gobernada durante treinta años por la misma cofradía ha sido saqueada por sus gobernantes con total impunidad.

Es necesario estar unidos para que no se escape esta oportunidad de atrapar el poder y el pesebre anexo. Es necesario que los políticos se conciencien de la necesidad de unirse, de apretar las filas para que no se escape la oportunidad y si es necesario dar lo que sea a los separatistas, se les da, a quien le importa España.

El dicho de los franceses de que ellos dejarán de ser borrachos cuando los españoles dejen de ser ladrones parece sigue cumpliéndose.

Pobre España !!