Guernica

Guernica

lunes, 3 de junio de 2013

El imperio de la partitocracia



Me decía hace años un conocido, ministro de la joven democracia española, la sorpresa que había tenido en el primer consejo de ministros a que asistió cuando el vicepresidente del mismo les definió lo que para él era la política económica a seguir: les decía que el 98 por ciento de la sociedad no cuenta para nada y que al dos por ciento restante, que piensa, lo que había que hacer era darles "un buen pesebre, un buen pesebre"

Esto es lo que se dice buscar el bien común...

Y con esta moral política se comprende que la actual clase dirigente de la sociedad, esto es, los políticos, los banqueros, los grandes empresarios, los sindicalistas, los periodistas,..se hayan convertido en una cleptocracia, representativa de ese dos por ciento de la sociedad a que aludía aquel joven ministro hace ya bastantes años.

Se han protegido ante posibles denuncias declarando a los políticos seres aforados, es decir que están por encima del bien y del mal y que las leyes por las que se rigen la totalidad de los españoles no les son de aplicación a ellos. Viva la democracia que pregona la igualdad de los españoles ante la ley.

Como los sueldos de los políticos comparados con los de los banqueros son muy reducidos, inventaron la comisión sobre cualquier obra que se realice en el país y empezaron a aflorar los escándalos. Como tenían envidia de los ingresos de los banqueros asaltaron las cajas de ahorro y las saquearon. Los bancos cada mes decían haber ganado mucho más que igual mes del año anterior por el crecimiento desmedido del crédito. El Banco de España, organismo encargado de velar por la salud financiera de la banca, ante los informes de la Inspección de Banco de España alertando de las enormes irregularidades de los bancos con el crecimiento del crédito, se dedica a mirar a otro lado.

Cuando se rompe la burbuja inmobiliaria la banca se encuentra en una situación de quiebra y acuden presurosos a papá Estado pidiendo ayuda. Cuando ganaban muchísimo sus accionistas y consejeros estaban contentísimos, encantados. Ahora si se ven obligados a devolver el dinero pedido a Europa a través del interbancario entrarían en suspensión de pagos pues sus clientes hipotecarios no pagan las cuotas de sus hipotecas. Si el Banco de España les obliga a provisionar los impagos la banca quebraría, la asfixiarían las pérdidas.

No se puede consentir que la banca tenga pérdidas. Los bancos han condonado deudas a todos los partidos políticos y este cohecho continuado hay que pagarlo ahora. Se busca por el Estado el dinero en Europa y se le da a la banca para sanear sus balances, para que puedan devolver el dinero obtenido en Europa y así no peligren los bancos europeos que tanto dinero les hicieron ganar antes. Se da dinero a los bancos en cantidades enormes y al mismo tiempo se venden los grandes hospitales que hizo Franco para el pueblo. Pero que no se quejen los españoles pues ahora tenemos democracia...

Como el dinero es escaso y se aplica a sanear a la banca para que pueda atender a sus deudas exteriores y los bancos prefieren prestar al Estado para cubrir su déficit presupuestario, el país se queda sin crédito y las empresas pequeñas y medianas que necesitan el crédito para poder funcionar se encuentran asfixiadas por la banca. La falta de actividad económica y el consiguiente paro provocan la caída en los ingresos públicos y el Estado en vez de reducir el gasto en lo superfluo sube los impuestos empezando por el más regresivo como el IVA con lo que aumenta la asfixia de la sociedad y de su actividad económica.

La cleptocracia reinante puede estar satisfecha. Ese dos por ciento que gobierna este pobre país ha conseguido esquilmarlo hasta límites impensables. Si la inspección de Hacienda tuviese libertad para investigar los incrementos no justificados de patrimonio de ese dos por ciento de la población nos encontraríamos que una parte importante de ese dos por ciento debería estar en la cárcel.

Dicen que José María "el tempranillo", el bandolero andaluz, de Jauja,  del siglo XIX, se dedicaba a robar a los ricos para dárselo a los pobres.

La cleptocracia actual actúa igual que el bandolero andaluz pero al revés: saquea al país, los políticos, con impuestos confiscatorios y asfixiantes, saquea al país, los bancos, con intereses usurarios, por los reducidísimos créditos que conceden y se reparten el botín unos y otros por los cauces habituales: se perdonan las deudas por los bancos a los partidos políticos, se reparten cientos y cientos de millones por ERES falsos, los sindicatos se lucran de subvenciones estatales, de sus cuotas de participación en esos ERES falsos que ayudan a montar. Si algún juez digno se atreve a meter la mano contra algún miembro de ese dos por ciento, se le estigmatiza por una prensa domesticada por el pesebre.

Está bien claro que para ese dos por ciento de la población, que piensa, la solución es un buen pesebre, un buen pesebre.

Esto es lo que se dice buscar el bien común. En esta democracia, claro. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario